El libro Mi bebé come solo
En la segunda edición de este e-book (PDF) de 112 páginas y 18 capítulos, he recopilado cerca de tres años de investigación y de lecturas, y es fruto de numerosos talleres y discusiones con mamás principiantes y experimentadas. Es el libro perfecto para saberlo todo sobre la alimentación autónoma. En él explico con todo detalle cómo comenzar y cómo llevar a cabo el día a día del método ACS de los 6 a los 12 meses (¡cuidado!: no es un libro de recetas).
Traducción: Anna García Sanz – Romānica www.romanica-web.com
Teoría y nociones básicas
El método ACS (aprende a comer solo) o Baby-Led Weaning (BLW) es una tendencia que gana cada vez más popularidad. Es comprensible, ya que es fácil, natural y respetuoso con el ritmo evolutivo del niño.
Resumamos en una frase el método ACS: dejar que el niño desarrolle SOLO las competencias para alimentarse proporcionándole situaciones seguras y comida “normal” en forma de trozos antes que en puré.
¿Sabíais que en muchas culturas los alimentos para bebés, como los purés o los cereales, no existen? En muchos sitios, el niño come por sí solo cuando está preparado y cuando intenta coger la comida del plato de sus padres. Además, ¿creéis que, a lo largo de la historia de la humanidad, en la prehistoria o en la edad media, las madres hacían puré con la batidora y comenzaban religiosamente por los cereales? ¡Claro que no! Dejar que el niño descubra la comida a su manera y a su propio ritmo es un método lógico y respetuoso con las necesidades del bebé.
El niño aprende solo a caminar y a hablar cuando está preparado. Así pues, ¿por qué no puede aprender a comer solo? Situar al bebé en el centro de su diversificación alimentaria es dar lugar a que el niño sepa instintivamente cómo aprender a alimentarse. Evidentemente, le ofreceréis situaciones que sean propicias y seguras con la finalidad de conducir al pequeño a ejercer sus habilidades crecientes y, de esa manera, convertirse en un niño que coma de forma eficaz y entusiasta.
Desde el principio, el niño come alimentos de verdad que se lleva solo a la boca. Claro está, comerá lo que le apetezca y lo que necesite, y no lo que le impongan sus padres. Es cierto que seréis vosotros quienes le ofrezcáis los distintos alimentos; en ese sentido, tendréis influencia, pero solo se limitará a eso: OFRECER alimentos sanos, adaptados y seguros, y DEJAR que el niño aprenda a comer a su ritmo y que haga grandes descubrimientos. Así pues, no se le mete nada en la boca y no se le ayuda a comer. Y, sobre todo, no se le alimenta con la cuchara. El niño aprende de manera autónoma por prueba-error. Es él quien dirige el proceso de diversificación alimentaria y quien aprende a comer solo (de ahí el nombre ACS).
¿Cuándo y cómo? Básicamente, alrededor de los seis meses. Cuando el niño muestra signos de que está preparado para comer es que su sistema digestivo y su mandíbula están finalmente preparados para vivir la experiencia de los alimentos sólidos. La palabra experiencia es importante, ya que es cierto que, antes del año, la principal fuente de alimentación sigue siendo la leche y que, si vuestro hijo aprende a alimentarse solo, aprende gradualmente a medida que sus habilidades se desarrollan. Cuando nace el bebé, su boca está concebida para no poder tragar alimentos sólidos: el reflejo nauseoso hace que le vengan arcadas para que expulse el “cuerpo extraño” en cuanto entra en contacto con la lengua. Progresivamente, mientras crece el niño, ese reflejo se aleja hacia la parte posterior de la garganta y prácticamente desaparece en la edad adulta. ¡Ese reflejo antiatragantamiento es una invención maravillosa de la naturaleza! La principal razón de por qué hace falta realmente esperar a los seis meses es porque la boca y el sistema masticatorio están maduros. En efecto, hacia los seis meses, el reflejo está lo bastante alejado de la boca como para permitir que el niño coma. Si toma trozos demasiado grandes, el reflejo aparece y se provoca el vómito para prevenir el atragantamiento.
Cuando el niño se mete los alimentos en la boca, desde los labios, es capaz de gestionarlos masticando e impregnándolos de saliva. Tragará únicamente lo que sea capaz de tragar. Masticará con la lengua y las encías, y dará vueltas al alimento dentro de la boca con la ayuda de la lengua hasta que tenga la consistencia para que pueda tragárselo. Si juzga que el bocado es demasiado espeso o demasiado grande, lo escupirá o se provocará el vómito hasta que salgan los alimentos inapropiados. Evidentemente, no es muy elegante y, al principio, da miedo. ¡Pero es muy eficaz!
¿Y los purés? A principios del siglo pasado, los médicos recomendaban dar de comer muy pronto a los niños y eso es, en parte, el motivo por el que fue inventada la comida para bebé de tipo cereales y purés. Está claro que un niño de ocho semanas o de cuatro meses no puede alimentarse de trozos, porque el reflejo nauseoso, situado demasiado cerca de la parte anterior de la boca, no permite a un bebé tan pequeño tragar trozos, ¡sin contar que las mandíbulas son demasiado débiles y que carece totalmente de motricidad fina! Mientras se le da puré con la cuchara a un bebé, el padre a menudo le mete los alimentos bastante lejos de la parte anterior de la boca y el bebé tiende a aspirar los alimentos antes que a masticarlos. Por eso fueron inventados los purés: son más fáciles de tragar que los alimentos y permiten alimentar a un bebé que no sabe masticar. Por el contrario, si se espera a que su sistema esté preparado, el bebé dispone de todas las competencias que se requieren para poder aprender gradualmente a masticar por sí solo experimentando con alimentos de verdad, con su forma original.
Por eso, aprender a comer y darle de comer son cosas tan diferentes. En resumen: si esperamos realmente a que el aparato digestivo de nuestro hijo esté maduro, no hay necesidad de hacer purés e, instintivamente, vuestro pequeño podrá comer rápidamente como vosotros (¡o casi!). Dejando que coma solo, el niño desarrolla la coordinación, la motricidad fina y aprende a gestionar su apetito. Al principio, el bebé es bastante torpe y solo puede agarrar los alimentos con el puño; pero, gradualmente, se volverá más hábil, hasta poder coger alimentos pequeños haciendo la pinza con el índice y el pulgar. Es decir, que aprender a comer es, a la vez, una habilidad innata que se desarrolla en paralelo al desarrollo global del niño y es una habilidad adquirida que se pule a fuerza de practicar.
Entonce, ¿por qué meterle en la boca a vuestro hijo una cuchara de puré de brócoli transformado si puede coger el brócoli entero, manipularlo, observarlo, sentir su textura, su olor, sorber su jugo, masticar los granos y luego el tronco, experimentar de varias maneras al comérselo con la lengua o las encías? Como es posible de forma segura a partir de los seis meses, ¿por qué no dejar que vuestro hijo utilice todos sus sentidos para descubrir la complejidad, la belleza y el sabor de los alimentos?
Vídeos
Victor, 6 meses menos 1 semana – Primera vez, el plátano.
Victor, 7 meses y medio – La cuchara previamente pre-llenada.
Victor, 8 meses – 2 minutos de comida, distintos tamaños, prensiones y texturas.
Victor, 8 meses y medio – Filete de cerdo y ¡encías superfuertes!
Victor, 8 meses (hijo de Joëlle) – Beber en vaso con 8 meses (vaso pequeño).
Victor, 8 meses (hijo de Joëlle) – Beber en caso con 8 meses (vaso grande).
Ève, 9 meses – Comer/beber sopa con el vaso.
Victor, 9 meses – Quiere uva y se come los granos enteros.
Maélie, 6-9 meses – Evolución de las habilidades en el periodo de los 6-9 meses.
Flechazos…
120 días de Babyled Weaning – Superfascinante ver, en 5 minutos, el desarrollo de las habilidades del bebé.
Un buen reflejo nauseoso – No asusta y se ve bien.
Dr. A. Cattaneo – Videoconferencia sobre alimentación (¡es partidario del método ACS!).